"Esta bien si no soy la chica de tus sueños. Sólo quiero ser la chica en la que piensas a 20 años de ahora, mientras miras tú café de mañana, deseando que no hubieras puesto demasiada leche porque ahora está demasiado cremoso para parecerse a mis oscuros ojos marrones."
Cadáver exquisito

Entre los textos que escribiste alguna vez, fue donde encontré tu ser, a medio llenar, que llegó una tarde tocando mi puerta pidiendo mi mitad. Una vez más caigo en la certeza de que verte es lo mismo que la nada, y nada puede calmar mi sed, mi alma es insaciable, aunque creí en tus ojos encontrar un oasis. Aunque los días pasen y yo siga con la sed que me provoca, todos mis sentidos son incontrolables. Loca de atar voy a quedar cuando el día ya no amanezca y vos nunca vas a entender que lugar ocupaste en mí en tan poco tiempo. Cantaste en el momento que más esperaba que voltearas a verme, pero tenías en claro cual era tu camino. Ahora estoy sola deseando que una brújula me lleve sólo al final de mis días. En eso la puesta de sol se iba estirando en el campo, y la brisa caliente fue protagónica en la escena en la que me veo brillando como la estrella que señalaste aquella vez, nunca podré olvidarla, es como si sus imponentes ojos azules se despidieran por última vez. 

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